miércoles, 19 de marzo de 2014

En España solo pagan [por estar en la cárcel] los presos más pobres

En España, un preso con dinero, en buena situación económica, no paga nada. Pero el recluso que sea pobre y tenga derecho a una pensión no contributiva —casos de jubilación o graves discapacidades— concedida por carecer de ingresos, debe pagar unos seis euros al día por la comida que recibe entre rejas. Así lo ha estimado la Sala de lo Social del Tribunal Supremo en varias sentencias. Los magistrados consideran que la comida que reciben los internos es una prestación social y, como tal, incompatible con esas pensiones no contributivas. El problema es que las pensiones más altas oscilan entre los 364 y los 546 euros al mes, que los beneficiarios, en caso de estar entre rejas, reciben menguadas en unos 150 euros.


Ese fue el caso de Miguel Ángel Rodríguez, preso primero en Córdoba y luego en Sevilla y que cobra una pensión no contributiva por su invalidez superior al 65%. La Consejería de Igualdad y Bienestar de la Junta de Andalucía le dejó su pensión de 301,55 euros en 147,71 por su manutención en esos centros penitenciarios. Rodríguez recurrió esa decisión del Gobierno andaluz a un juzgado de lo Social de Córdoba que le dio la razón. Pero luego la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, la del Supremo y el Tribunal Constitucional se la quitaron. Ahora está pendiente de una resolución del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU.

Manuel Altozano en EL PAÍS, día de San José de 2014